La sedación consciente es una técnica que se aplica de manera intravenosa y que tiene como objetivo facilitar la relajación de los pacientes. 

Está indicada en personas que sienten un alto nivel de estrés, miedo y ansiedad cuando tienen que acudir al dentista y someterse a un tratamiento.

La sedación es, en muchas ocasiones, la única manera de que una persona se decida a acudir a una clínica y, con ello, no comprometa la salud de sus dientes y encías. 

Como su propio nombre indica, este tipo de sedación permite que la persona se mantenga consciente durante todo el tiempo que dura el procedimiento dental. 

Sin embargo, estará relajada, tendrá sensación de bienestar y evitará la preocupación que le causa el tratamiento.

¿Cuál es la diferencia entre la sedación y la anestesia?

La sedación, así como analgesia, amnesia y parálisis del músculo, es el resultado final de la anestesia general, que es haber inducido, baja de la conciencia reversible y controlada. La sedación, es la depresión de la percatación, por el que una reacción paciente a los estímulos externos llegue a ser limitada. La sedación puede ser mínima, moderada o profundamente.

Sin embargo, es importante no confundirla con otra clase de procedimientos cuyo objetivo es paliar el dolor del paciente.

Por ejemplo, la anestesia local, cuya misión es conseguir la pérdida temporal del tacto y dolor. 

¿Cuáles son las ventajas de la sedación consciente en odontología?

El miedo al dentista es una de las principales barreras a la hora de acudir a un centro odontológico. Esta fobia afecta negativamente a la salud bucodental ya que, por miedo, el paciente no acude a revisión con su dentista y pueden aparecer o agravarse las patologías orales.

La sedación consciente en odontología permite conseguir un estado de relajación y tranquilidad para el paciente, pero además tiene otras ventajas:

  • Disminución de la ansiedad del paciente.
  • Mayor seguridad en la consulta.
  • Más facilidad para la realización de tratamientos en una sola sesión.
  • Mejor recuperación y postoperatorio.

¿Qué tan seguro es la sedación consciente?

Además de la maquinaria adecuada, la clínica debe contar con una sala de cirugía preparada y con un ambiente que incite a la relajación y al bienestar.

Es necesario que la aplicación de la sedación consciente en odontología esté supervisada en todo momento por un médico anestesista o un odontólogo formado en este aspecto. Esta persona se encarga de controlar las constantes vitales del paciente y determinar el tipo y la cantidad de anestesia que se administra al paciente.

Además de estos elementos, antes de someterse a un tratamiento con sedación consciente en odontología, se deben realizar algunos pasos previos al procedimiento. 

¿Cuáles son los tipos de sedación en Odontología?

Efectivamente, además de la sedación consciente, existen otras formas de conseguir el bienestar y la relajación del paciente en la consulta dental. Te comentamos brevemente algunas de las más utilizadas:

  • Sedación intravenosa: se administran tranquilizantes por vía endovenoso que relajan el sistema nervioso central y, por tanto, al paciente.
  • Sedación profunda: con esta técnica se lleva al usuario a un estado controlado de depresión de la consciencia. Es menos seguro que la sedación consciente, ya que afecta a los reflejos vitales.
  • Sedación mínima: se utiliza para los tratamientos menos invasivos. El paciente responde de forma normal a los estímulos y está consciente en todo momento.
  • Sedación combinada: se administran fármacos sedantes por la vía enteral e inhalatoria.

¿Qué fármacos se utilizan en la sedación consciente en odontología?

Para conseguir un estado de relajación y bienestar total en el paciente, se puede utilizar un solo medicamento o una combinación de estos. Dependiendo de la duración del tratamiento, de las características del paciente y su nivel de estrés, se utilizan diferentes fármacos.

En el caso de la sedación consciente en odontología, se utiliza habitualmente Triazolam, un benzodiacepina cuyo efecto empieza a producirse a los 15 minutos de la aplicación y su pico de efectividad aparece a los 60 minutos. Este fármaco produce la llamada amnesia anterógrada, por la que el paciente no recuerda qué sucede antes de la intervención.

Otros medicamentos utilizados para esta técnica en la consulta dental son el Lorazepán, Diazepán o Midazolán, así como el Propofol, el anestésico más utilizado en la actualidad de suministración intravenosa.