Es una infección que se presenta como lesiones con un aspecto cremoso de color blanco. Suelen aparecer en la lengua o en la parte interna de las mejillas. Las contusiones pueden llegar a sangrar y a ser muy dolorosas, en algunos casos la infección alcanza las encías, el paladar y hasta las amígdalas. 

Es también conocida como muguet se trata de una patología desarrollada en el revestimiento de tu boca.

¿Qué la causa?

Su principal causa es la aparición del hongo Cándida albicans. La cándida se encuentra siempre presente en la flora de tu boca, sin embargo no se expande gracias al control que el sistema inmunitario ejerce en tu cuerpo.

Cuando este control se altera, tu sistema inmune se debilita y permite el paso a esta y más bacterias, es entonces que la cándida albicans comienza a desarrollarse y a transformarse en esta enfermedad.

Factores de riesgo

  • Bebés y personas de edad adulta: ya que existe una reducción del sistema inmunitario.
  • La toma de antibióticos en exceso: ya que hacen que se altere el equilibrio de los microorganismos de tu cuerpo
  • Tener VIH o Cáncer: el tratamiento para ambas enfermedades logra debilitar altamente el sistema inmunitario.
  • Padecer diabetes: si padeces esta enfermedad y más aún si no está controlada, tu saliva tiende a tener elevadas cantidades de azúcar por lo que favorece el crecimiento del hongo Candidiasis.
  • Afecciones orales: padecer enfermedades orales como la sequedad bucal o utilizar prótesis dentales pueden incrementar el riesgo de padecer muguet.

Síntomas de la candidiasis oral

Los síntomas aparecen repentinamente y suelen persistir por un periodo largo. Entre ellos están:

  • Lesiones cremosas con aspecto parecido al requesón.
  • Ligero sangrado en las zonas afectadas.
  • Dolor.
  • En las comisuras de la boca se comienza a presentar agrietamiento y enrojecimiento.
  • Sensación extraña en la boca.
  • Pérdida del gusto.
  • Puedes presentar dificultad al comer.
  • Boca seca.

Si quieres evitar padecer esta enfermedad es muy importante que hagas visitas periódicamente con tu dentista, especialmente si presentas alguno de nuestros factores de riesgo.