La apnea del sueño es un trastorno del sueño potencialmente grave en que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos a minutos y pueden ocurrir más de 30 veces por hora.

El tipo más común es la apnea obstructiva del sueño. Esta causa un colapso en las vías respiratorias o una obstrucción de ellas durante el sueño. Luego, la respiración vuelve con un ronquido o resoplido.

Los principales tipos de apnea del sueño son:

  • Apnea obstructiva del sueño, la forma más común, que ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan
  • Apnea central del sueño, que ocurre cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración
  • Síndrome de apnea del sueño compleja, también denominado apnea central del sueño emergente del tratamiento, que ocurre cuando alguien padece apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño

Síntomas

Los signos y síntomas más comunes de la apnea obstructiva y la apnea central del sueño incluyen los siguientes:

  • Ronquidos fuertes
  • Episodios en los que dejas de respirar durante el sueño (lo cual señala otra persona)
  • Jadeos al respirar durante el sueño
  • Despertarse con la boca seca
  • Dolor de cabeza por la mañana
  • Problemas para mantenerse dormido (insomnio)
  • Sensación de sueño excesiva durante el día (hipersomnia).
  • Dificultad para prestar atención mientras estás despierto
  • Irritabilidad

Causas

Apnea obstructiva del sueño

Esto ocurre cuando los músculos en la parte posterior de la garganta se relajan. Estos músculos sostienen el paladar blando, la porción triangular de tejido que cuelga del paladar blando (úvula), las amígdalas, las paredes laterales de la garganta y la lengua.

No puedes recibir suficiente aire, lo que puede bajar el nivel de oxígeno en la sangre. El cerebro detecta que no puedes respirar y te despierta brevemente para que puedas volver a abrir las vías aéreas.

Apnea central del sueño

Este tipo menos frecuente de apnea del sueño ocurre cuando el cerebro deja de transmitir señales a los músculos de la respiración. Esto significa que no haces esfuerzo para respirar durante un período breve de tiempo. Es posible que te despiertes con dificultad para respirar o que te cueste volver a dormir o seguir durmiendo.

Pero hay ocasiones que la enfermedad del sueño es provocada por:

  • Defectos maxilofaciales.
  • La estructura de la mandíbula.
  • La boca.
  • El cráneo.

Tipos

El índice de apnea e hipopnea, es decir, cuántas veces tenemos cada hora, a lo largo de la noche, paradas respiratorias de un tiempo superior a 10 segundos, marcará los tipos de apnea del sueño que pueden dividirse en:

  • Leve: cuando hay entre 5 y 15 apneas por hora.
     
  • Moderado: el paciente tiene entre 15 y 30 apneas por hora.
     
  • Grave o severo: cuando pasa de 30 apneas por hora.

Factores de riesgo

La apnea del sueño puede afectar a cualquiera, incluso a los niños. Sin embargo, determinados factores incrementan el riesgo.

Apnea obstructiva del sueño

Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de apnea del sueño:

  • Exceso de peso
  • Circunferencia del cuello
  • Hombres
  • Vías respiratorias estrechas
  • Ser mayor de edad
  • Antecedentes familiares
  • Consumo de alcohol
  • sedantes o tranquilizantes
  • Tabaquismo
  • Congestión nasal

Apnea central del sueño

Los factores de riesgo de este tipo de apnea del sueño incluyen los siguientes:

  • Ser mayor de edad
  • Hombres
  • Trastornos cardíacos
  • Usar analgésicos narcóticos
  • Accidente cerebrovascular

Complicaciones

La apnea del sueño es una enfermedad grave. Las complicaciones pueden incluir las siguientes:

  • Fatiga durante el día
  • Presión arterial alta o problemas cardíacos
  • Diabetes tipo 2
  • Síndrome metabólico
  • Complicaciones con medicamentos y cirugías
  • Problemas hepáticos
  • Privación del sueño en los compañeros de cama

Prevención

La apnea del sueño va ligada a ciertos factores como el aumento del tejido de las amígdalas en niños y la obesidad en los adultos.

La principal medida que puede ayudar a prevenir la apnea es perder peso, así como aplicar determinadas medidas higiénico-dietéticas, el ejercicio físico, etc.

Por otro lado, dejar de fumar y evitar el consumo de alcohol también ayudan a prevenir la aparición de la enfermedad.

Cuando ya hay síntomas (ronquidos y apneas referidas por la pareja) el paciente debe acudir al médico para confirmar el diagnóstico.

Tratamientos

Los profesionales de la salud bucodental tienen un papel relevante a la hora de diagnosticar y tratar a pacientes con apnea del sueño.

La terapia para la apnea del sueño no es curativa. Está dirigida a aliviar lo síntomas.

Un tratamiento habitual en la apnea es la colocación del dispositivo CPAP. Es un compresor de aire que se coloca con un tubo flexible y una mascarilla.

También existen otros tratamientos, como son la colocación de aparatos o dispositivos a medida que diseña el dentista, para ayudar a respirar al paciente correctamente durante la noche.

Diversos tratamientos de ortopedia ortodóncica pueden ser útiles para casos de anomalías de crecimiento maxilar y mandibular, causas frecuentes de apneas, sobre todo infantiles.

El médico recomendará la pérdida de peso, la abstención del tabaco, la higiene del sueño, realizar deporte, una buena alimentación, etc.